sábado, 30 de agosto de 2008

Confessions twenty three

De entre las imágenes que pasan frente a mis ojos, sin que mi mente consiga procesar ninguna de las mismas… Me dicen los escritos que no puedo superarlo, tal vez sea así, es como una condena que uno desea tener por el simple hecho de que sea con esa persona. Hay recuerdos confusos, deseos de vivir aquello que nunca podremos vivir, por el hecho de que ese tiempo no es este tiempo y no es un tiempo certeramente futuro, es más, ni siquiera está en nuestro pasado lejano; Esta más allá de nuestra imaginación, nuestro presente se encuentra en una tierra lejana, quizás de oriente, donde el sol se pone con singular melancolía, con única paz, con un silencio que ensordece.

Quizás, no hayamos poseído un pasado en común, posiblemente si una época. Igualmente los sueños son intrigantemente en esencia los mismos y tristemente incoherentes en la práctica. De los destructores de mi corazón, de los detractores del alma.

En la inmensidad del universo ¿Por qué es que te encuentro? y no tengo una explicación; No la hay.

¿Por qué? ¿Por qué?

Y con una patética desesperación quisiera poder desaparecerte de mi universo, quisiera poder destruirte. Sin duda, muestra única, del inverso de la claridad mental del medio día.


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