En los diseños inertes de una memoria intrascendente
En el reflejo cristalino de un sol muerto te encuentro
Luz pálida como flor marchita, serenidad del ocaso
Bien sabes, conoces tu futuro, ya lo has vivido
Madrugada de verano con promesas vacías
Insignificante yo, una mirada al universo
De los placeres en noches de luces
Destellos fulminantes de malditas ironías
Furia en mí, en mi alma, reclama con voz sajona
Y en la inmensidad del solido vacío
Ahí vuelves, retorciéndote entre las estrellas
Ahí tú, sólo con tus promesas
Sabrás que tu destino es ser miserable
Vergonzosas razones, poderoso, implacable
En un final espantoso, que ahora se ha ido
Desapareció en un suspiro intrascendente
Se me escapa el alma, huye al infinito
Se consume en un infierno insospechado
En tonos azul y violeta, y me encuentras
Ahí junto a ti, con las promesas vacías
Mira al horizonte moteado de estrellas, magnifico
Deja que la noche consuma tus males y penas
Deja que me lleve con ella y mira el universo
Bórrame del futuro y déjame vivir por siempre en tu pasado
Imagina y retuerce el tiempo a placer
En una noche de invierno hazme volver
Fragmentado en mil pedazos, encuéntrame
Y seamos uno solo en ese pasado infinito