lunes, 30 de noviembre de 2009

Luz infiltrada...

Te miro aunque se que no te veo, la oscuridad es intensa pero no me asombra... y en un delicado haz me haces saber que siempre puede haber luz aunque sea rodeada de penumbras... me pregunto cuantas cosas me puedes decir, o Luna que miras desde lo alto, me pregunto que significa tu luz, que se infiltra lentamente en este recinto, plagado de oscuridad y de pensamientos callados, de terribles silencios que como paredes se ciernen antes del despertar...

Salgo a tu encuentro, observo el horizonte, veo a las timidas estrellas que hacen de marco, el viento helado me cerca, pero no me hiere si estoy henchido de tu luz... dime cuantas cosas has visto, si es que nunca me has hablado... dime que el silencio es un amigo, cuando los momentos son desesperados... te miro fascinado, te miro porque no te puedo tocar, y pienso en la noche tremula de distintos finales, donde se esconden miles de historias contadas y sin contar, que cada final tan solo es otro inicio para comenzar a relatar...

Meteoros en forma de pensamientos que llueven a mi alrededor... palpitaciones incansables que demuestran que aun queda mucho por hacer... decisiones intrepidas que te cercan mi querido Noviembre a la luz de la luna, que hoy te dice Adios como un dejo de locura, porque tan solo se despide un momento hasta que vuelvas con el andar de los interminables ciclos, de los incontables caminos que bajo tu nombre se tornan seductores y amenazantes... pero siempre dulces...

Poemas que se forman en un entrelazado de petalos que siguen cayendo sin cesar... que dibujan mounstros y estrellas, quimeras y hadas, alcance y tristeza... finas gotas de lluvia que se autodibujan alrededor en momentos infatuos para atesorar... en instantes ingratos que terminan al correr del Tiempo que nos dejan demasiado, que duran una eternidad... miles de imagenes injustas, de mundos 'imaginarios' de deseos que se deslizan como ladrones en esta noche helada y no tan oscura... correré para encontrarte Vida, para ver tu infinita sonrisa que escondes, o tu fiera mirada que estremece... y tocaré tu mano, como siempre lo hago mientras Noviembre se va con un suspiro aciago, con el contar del reloj, con mi risa y mi llanto...

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